lunes, abril 10, 2006

El corre en esta noche donde todo parece morir, donde se entremezcla lo onírico y el paisaje.
Un mar solitario lo espera, que por más que haya brisa lo escucha, que lo ve entero aunque haya bruma.
La lluvia no cesa, empapa sus ropajes pero no impide su llanto. Su cuerpo se rinde en este escenario, donde no habitan sueños.

Su único consuelo es esa agua cristalina que baña la atmósfera, que no puede dejarlo ahora, lo toma por completo en esta noche aun fértil.
El trote vence su esqueleto, así pequeño posa su cuerpo en la orilla escuchando el sonido de esas olas que aturden. Adentrándose en la esfera convertida en oscuridad.

Su mirada se pierde junto con la agonía, los fantasmas sonríen. Así duerme agazapado, con el rostro en la arena. Se ve que hay un cómplice debajo de este inmortal, que escapa de su cruel realidad, que comprende un futuro no tan incierto.
entrada de Nai a las 3 comentarios